Síndrome de post-abducción (III)

Hemos analizado el Síndrome de Post-Abducción como el oscuro sótano donde se esconden atribulados episodios de interferencia exógena que de alguna forma actúan como un velado lastre en las decisiones personales. Analizamos también que el programa de pacificación se trataría del producto de dos medidas asimétricas de intromisión: uno, formado por miembros de la raza humana en el ápice gubernamental secreto, con una orientación claramente psicopática y ejerciendo una férrea desconsideración por el prójimo, pero el segundo, siendo directamente la mano tenebrosa del factor exógeno; al respecto, un párrafo esclarecedor proviniente del grupo original de las sesiones Cassiopaea:
Hay algunos miembros aliens del Consorcio que operan en Tercera Densidad, pero este trabajo se lleva a cabo principalmente por seres humanos que han sido contactados y que han optado por la vía de SAS [Servicio A Sí mismo]. Muchos de los "abducidos" que afirman haber tenido experiencias positivas, en realidad, han sido implantados con falsos recuerdos; a partir de la "imagen de lectura del aura" hecha por los miembros de Cuarta Densidad se los identifica como agentes potenciales debido a su ego, que no admite la posibilidad de que estén siendo usados o manipulados. Este ego se utiliza para hacerles creer que son "especiales" o "elegidos," cuando, en realidad, están operando para los intereses de los Reptoides. Aquí no se pretende juzgar; sólo es libre albedrío.
El proceso de abducción no necesariamente requiere de la puesta en escena de naves o "carrozas de los dioses," ni siquiera del secuestro del cuerpo físico, dado que las entidades negativas de consciencia superior operan a través de los cuerpos sutiles de los individuos almados, sobre todo durante las horas de reposo, cuando la consciencia disminuye y, en especial, cuando las reservas de la elan vitae son escasas luego del orgasmo. Ahora bien, la interferencia del factor exógeno es más pronunciada en individuos que han retornado para ayudar, que se conocen en la literatura ufológica como Wanderers; del libro Secrets of the UFO, del desaparecido ingeniero e investigador Donald Elkins:
La idea de que existan seres de otros mundos es intrigante para muchos que nunca se han considerado a gusto en este planeta, viviendo una existencia terrestre. En general, [estos individuos] parecen estar en clara desventaja para la experiencia en la tercera densidad, y tienen dificultades para ajustarse al tejido socio-económico de nuestra cultura; además, tienen persistentes problemas de salud, y ciertamente no tienen apariencia alienígena o extraordinaria; son tan sólo personas:
"¡Hay muchas personas en la Tierra que en realidad no pertenecen aquí! Esto no quiere decir que ellos llegaron a bordo de una nave, desembarcaron, se colocaron un traje, perfeccionaron su idioma y se trasladaron a la casa de al lado. Empero, significa que hay una clase especial, una especie de seres en el Universo que son diferentes de los demás por el hecho de que vagan de un mundo a otro, y de un sistema a otro."
Estas personas, no obstante, tienden a ser marginadas por su inherente tendencia a una clase de amor fraternal que se promulga [en el mensaje de varias canalizaciones]. Y esto es lo que se espera de estos individuos: que despierten y recuerden que están aquí para brindar iluminación al Planeta Tierra.
De acuerdo a la visión daoísta y budista oriental, que curiosamente coincide con la disección esotérica rosacruz y gnóstica occidental, el cuerpo físico es la cáscara bariónica que encierra tres sistemas interrelacionados de materia sutil que forman el cuerpo energético; estos tres dan-tiens están integrados inferiormente por los intestinos y el aparato reproductor, el intermedio formado por el sistema cardiorespiratorio y superiormente por el cerebro, oficiando como elemento rector donde se aposenta el shen, que occidentalmente denominaríamos Conciencia; obsérvese que esta descripción no difiere de la perspectiva sufista tricerebral del ser humano, que Gurdjieff postuló en sus obras.

El dan-tien inferior se divide en el dan-tien falso y el dan-tien real; el primero, por ser la región donde naturalmente se atesora el elíxir de la vida, pero que al acumularse lleva al cuerpo al estado yang (que en psicología se entendería como un episodio de ansiedad), y que termina disparando los mensajeros químicos que detonan el impulso sexual; el segundo, sería el lugar propicio para acumular el qi (energía creativa u orgón), una vez que se logra la sublimación del jing (secreciones seminales o del cuello uterino) y que mantiene el equilibro yin-yang del cuerpo.

La traducción más auspiciosa que podemos brindar para dan-tien es "campo del elíxir," y el ojo entrenado podrá encontrar una explicación más que satisfactoria a las razones por las cuales los perpetradores de procesos de abducción se concentran en las zonas del bajo vientre (umbilicales y genitales), como así también, por qué muchos casos de visitantes de dormitorio y parálisis del sueño comienzan con golpes y pinchazos en las extremidades inferiores.

Satan Watching the Caress
of Adam and Eve (Blake)
En el terreno ufológico, el término "contenedor" que se brinda para el cuerpo físico, cobra entonces sentido, dado que se trataría del "contenedor del elíxir," es decir, la energía creativa atesorada en el dan-tien falso inferior, susceptible de ser ordeñada de manera exógena o vaciada al plano sutil por medio del orgasmo. ¿Será entonces una de las razones por la que los gnósticos y cátaros promulgaban con tanto énfasis el amor cortés para la sublimación de los instintos? ¿Quizá el método para volver al traje edénico al desarrollar el embrión áureo? ¿Y estará relacionado tal vez con el resurgimiento de la Edad de Oro en una densidad más sutil?

Pero la idea de contenedor y elíxir, también nos conecta con el concepto alquímico de la sustancia sutil o fuego filosofal; se nos informa en el libro El Fuego de los Filósofos de Patrick Harpur:
Habitualmente, las víctimas de una abducción alienígena creen que han sido transportadas físicamente a una nave espacial por extraterrestres, pero a veces describen el acontencimiento como una experiencia extracorpórea. Los esoteristas occidentales creen en un cuerpo «sutil» o «astral», análogo al «cuerpo-fantasma» o «cuerpo del sueño» de tantas culturas tradicionales, que es la sede de la Conciencia en una «experiencia extracorpórea». Es posible que las culturas tradicionales, a través de sus muchas versiones diferentes de tales experiencias, sean lo bastante sabias para no entender demasiado literalmente este tipo de cuerpo. Si es así, se está expuesto a confundirlo con el cuerpo físico y llegar a creer, por ejemplo, que se ha sido teletransportado a una nave espacial. Al contrario, es más habitual —casi universal fuera de nuestra cultura— entender que el cuerpo físico es también «sutil» y que, por lo tanto, puede ser fácilmente llevado al Otro Mundo porque no es básicamente algo material.
Y este «cuerpo del sueño» nos conecta de manera directa con las experiencias OBE de Robert Monroe. La teoría nos indica que para abolir los procesos de abducción, debemos mantener una vista objetiva de las entidades negativas de consciencia superior y reclamar la soberanía individual, evitando cualquier sometimiento o negociado con estos seres que se hacen pasar por dioses, mientras que la aplicación de este conocimiento nos conduce a la práctica del amor cortés, sublimando el jing en lo que estudiaremos en la próxima entrega como la configuración del Cayado del Pastor. Deseamos concluir con un pasaje de Carlos Castaneda que tornasola el shamanismo con la ufología, a través de los seres inorgánicos de consciencia superior que parasitan este planeta; de su libro El Lado Activo del Infinito (cap. Sombras de Barro):
—Este predador —dijo don Juan—, que por supuesto es un ser inorgánico, no nos es del todo invisible, como lo son otros seres inorgánicos. Creo que de niños sí los vemos, y decidimos que son tan terroríficos que no queremos pensar en ellos. Los niños podrían, por supuesto, decidir enfocarse en esa visión, pero todo el mundo a su alrededor los disuade de hacerlo.
"La única alternativa que le queda a la humanidad —continuó— es la disciplina. La disciplina es el único repelente. Pero con disciplina no me refiero a arduas rutinas. No me refiero a levantarse cada mañana a las cinco y media y a darte baños de agua helada hasta ponerte azul. Los chamanes entienden por disciplina la capacidad de enfrentar con serenidad circunstancias que no están incluidas en nuestras expectativas. Para ellos, la disciplina es un arte: el arte de enfrentarse al infinito sin vacilar, no porque sean fuertes y duros, sino porque están llenos de asombro."